Indicios de que a tu hijo le ocurre algo de lo que sí debes preocuparte, que está fuera de su etapa evolutiva. Parte 1

 Tú hijo no quiere ir a clase. Posibles orígenes del absentismo escolar, desde la mirada sistémica

La escuela es el centro socializador de un niño / adolescente por definición. Excepto que tú o tu entorno hayáis decidido hacer home schooling, la mayoría de los amigos de tu hijo estarán en clase. Por defecto, las personas somos seres sociales, y los niños y adolescentes más. 

Cuando un niño no quiere asistir, tenemos que preguntarnos por la causa. Y esta puede ser muy diversa.

Ante el absentismo escolar deberíamos preguntarnos: ¿A qué tiene miedo nuestro hijo?  

Puede ser que se lleve mal con sus compañeros (este punto lo trataremos en otro artículo). 

Pero puede haber otras causas. 

Puede ser, y sé que esto te va a sorprender,  que se quede en casa para “cuidar” a uno de los progenitores, especialmente a la madre. Y es un movimiento totalmente inconsciente, pero en mi experiencia docente he visto muchísimos casos. Hijos de madres muy débiles, en peligro por enfermedad, por malos tratos … y un largo etcétera. 

Si tu hijo no quiere ir a clase y no sabes por qué, podemos mirar en una constelación, ¿a quién está cuidando?, ¿qué está vigilando quedándose en casa? 

Como adultos podemos tomar conciencia, sanar la causa, y liberar a nuestros hijos.

En el orden sistémico, el hijo es el pequeño, los progenitores los grandes. Un niño no puede cuidar de un adulto. Un adolescente no puede hacerse cargo de su madre, o de su padre. 

Y si eres docente, ante un caso de absentismo escolar, antes de etiquetar a tu alumno de «vago», o a su familia de despreocupados, te invito a preguntarte qué puede estar ocurriendo, y aceptar su situación, ya que no puedes hacer nada para cambiarla. 

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